UN EXTRAÑO AMOR
- Abigail R. Garcia.
- 19 may 2015
- 3 Min. de lectura
Hoy 22 de octubre, aún me siento ebrio y creo que hasta drogado, no sé a qué hora llegue a mi casa ni como llegué, lo único que recuerdo es la fecha de hoy por que un día antes murió, ella murió, toda la ciudad se entero y afuera de mi casa hay pancartas diciendo que yo debería morir, por muy ebrio que estaba no lo hubiera hecho porque ella fue todo y será todo en mi vida. Fue mi novia desde los 14 años ahora llevaríamos 13 años siendo novios.
La noche que murió estábamos cenando yo tenía el anillo de compromiso en la bolsa, me sentía nervioso y muy ansioso por que ahora más que mi novia, sería mi prometida; llego el momento saque el anillo del bolso, le tomé las manos y la mire a los ojos, las palabras salieron de mi boca de una forma tan extraña, fue hermosa, pero no dejo de ser extraña, más o menos le dije así:
-Meli llevamos 13 años de novios, 13 años de sonrisas, alegrías, lagrimas, enojos pero sobro todo 13 años de compartir nuestros triunfos, ahora quiero algo mucho más formal contigo, se que tu también lo quieres, así que voy a preguntarte -¿Quieres ser mi esposa?-. Ella con lágrimas en sus ojos y mejillas me dijo:
-Ander, se que llevamos mucho tiempo juntos, recuerdo cada momento a tu lado pero no puedo casarme contigo, conocí a alguien más, ese alguien me hace sentir más segura y feliz de lo que soy contigo, perdóname y prométeme que me amaras hasta el día de mi muerte.-
Meli salió corriendo y cada vez con más lagrimas, no pude decirle nada, no creía en lo que me dijo. Tarde en reaccionar y corrí a buscarla cuando solo vi que subió a un carro rojo.
Volví al restaurante y comencé a beber como loco, no fue la decisión más inteligente que pude haber hecho y jamás olvidaré esa cena porque en ella perdí a la mujer que amo.
Ya hable de lo que paso en esa cena pero ahora tengo que salir, no puedo quedarme aquí viendo como me desean la muerte. Se escucho el timbre y tengo que bajar a abrir y fue ahí cuando lo vi, a quien menos
Esperaba y no quería ver era él, su padre; en la mano trae una pistola y una caja y con una voz fuerte me dijo:
-¡TIENES QUE MATARLO! Salió de mi casa y otra vez esa maldita forma de no reaccionar rápido en situaciones así. Cerré la puerta, me senté en el sillón abrí la caja y ahí se encontraba una carta, moría de curiosidad por abrirla, lo hice y comencé a leer:
QUERIDO PADRE:
Quiero pedirte perdón por todo el sufrimiento que te voy a causar, conocí a alguien más su nombre es Hagrid, un poco raro el nombre, pero así se llama, no tengo idea de donde es y también su forma de ser es rara como su nombre, es muy velludo, de muy bajo estatura y cree que todos son inferiores a él, incluso yo, en realidad no entiendo cómo me pude enamorar de él o creo que ni siquiera estoy enamorada, he descubierto muchas cosas de él, no solo su forma fea de ser, si no que elige a una mujer, la enamora y la ilusiona tanto que hace que pierdas la cabeza por él; quiero resistirme, el ya eligió que seré yo, yo la que haga que él se haga un poco más joven, que siga manteniendo su soberbia y que cada vez aumente mas. Sé que Ander me pedirá matrimonio el mismo día que Hagrid me utilizara y me hará perder más la cabeza por él, ahora voy a decirte la forma en que el me utilizara y lo que él necesita es mi vida.
Te amo papá. MELI
Cerré la carta y no supe que pensar
–Meli … Meli… ¿por qué no hablaste antes? Yo hubiera hecho todo lo posible para quitarte de encima a ese idiota, de tanto pensar y tanto sufrimiento creo que ya tome una decisión y ahora si será algo definitivo:
-¿Qué haces con esa pistola?- mi madre me pregunto llorando
-Hare lo que ella me dijo, ¡ámame hasta el día de mi muerte!- le respondí y tire del gatillo.

Kommentit