La última carta...

México D.F a 10 de enero de 2015

Para: Mi amado Daniel

Me siento tan triste, tan vacía… Recuerdo que hace un par de meses me comentaste que cuando quisiera olvidar a una persona o decirle algo pero no pudiera porque esta lejos u otra causa le escribiera una carta y en ella escribiera todo lo que siento y pienso pero que no la mandara, simplemente debía quemarla y con ella dejar pasar todo, quitarme una carga y eso es lo que me dispongo a hacer.

Te conocí hace 4 años, llevabas una camisa de cuadros y unos pantalones de mezclilla, te veías tan guapo. Recuerdo la manera en la que mordías tus labios, el lunar bajo tu ojo izquierdo tan característico de tu persona y cada hermosa parte de ti. Iniciamos una relación, la más hermosa que pude tener y a pesar del dolor que ahora siento no me arrepiento de haberte entregado mi vida.

Con el paso del tiempo hiciste que te fuera necesitando más, dejaste de ser parte de mi vida para convertirte en ella, mi mundo, mi universo giraba alrededor de ti, lo que hacía y lo que dejaba de hacer también, cambié de canción favorita, comencé a arreglarme más de lo debido y descubrí una parte en mi que no conocía. ¿Sabes? Mi corazón se rompió en miles de cachitos cuando me dijiste que ya no me amabas, que mis besos ya no te hacían sentir mariposas en el estómago y claro cabe agregar que ya había una mujer en tu vida, una que sí te hacía sentir enamorado, una mujer comprensiva, cariñosa, distinta a mi.

Retrocedo el tiempo, pienso en ti, en nuestra relación cometí errores, lo sé. Era una loca, me molestaba de todo y miles de veces te hice muchos berrinches, llegué a gritarte, incluso una vez a golpearte, pero no te miento yo te amaba, yo te amo.

Pasamos por muchas cosas difíciles, recuerda la vez que mis papás nos prohibieron vernos, te dejé de ver por dos meses y tú, vaya… No me dejabas de buscar, de dejarme recados por medio de mis amigas, me sentía tan afortunada de tener a una persona como tú a mi lado.

Me disté el apoyo que nadie me pudo dar antes; risas, besos, caricias, amor, tanto amor.

Nunca pensé decirlo pero después de algunos meses desde que te fuiste me he rendido y estoy dispuesta a sacarte de mi mente, de mi ser, dejarte ir… Tal como quieres.

Al final todo pasa por algo y Dios sólo te puso en mi camino por un tiempo.

Ella no podrá compararse conmigo, no podrá con tu mal humor, con tus celos sin razón, no te conocerá como yo, no podrá darte palabras de consuelo, no hay una historia al final, sólo una aventura, ella no comprenderá tu pasado, con ella no podrás crear un futuro como el nuestro, no sentirás lo mismo al tomar su mano, después lo entenderás, ahora sólo es un capricho.

Como ya lo mencioné fuiste lo mejor que me pudo pasar, me convertiste en la mujer que nunca creí poder ser, quise ser todo para ti y en verdad me apena que no hayas visto todo lo que hay en mi, todo lo que yo daría por ti. Sólo te faltó ser un poco más seguro, no darte por vencido. Tienes muchas cosas hermosas, fuera de todo eres un gran ser humano, nunca dejes que nada cambie tu lado sensible. Espero que con ella no olvides que cada detalle cuenta, cada palabra, a las mujeres nos encantan las flores, los chocolates, las cartas con perfume… No pierdas lo cursi, escribirle poemas, pensabas que nunca los tomaba en cuenta pero en realidad me quedaba anonada de leerlos, no sabía quehacer, pensaba que quedaba corta con cualquier respuesta y mi estómago no podía con tantas mariposas. Recuerda darle todo amor mío, porque así es el amor, es parte de dar todo tu ser, en cada palabra, en cada renglón.

Te pido por favor no me pidas que busque a alguien más, es imposible. Dejaré que el dolor queme todo, absolutamente todo no esperes que mi vida vaya bien, sólo serán días y un día el menos esperado pondré fin a todo, volveré a sonreír tal vez no estando aquí sino en un lugar mejor y recordaré, claro que recordaré lo que es ser feliz.

Suerte mi amor.

Siempre tuya.

Siempre mío.

SIEMPRE NUESTRO.

Pau Urite