Hay amores que dejan huella
- Karla I. López
- 18 may 2015
- 5 Min. de lectura

Aquella noche mi vida cambió por completo; no sabía que conocerlo significaría tanto para mi. Todo giraba a mi alrededor, la gente, la música, las luces. Esa noche había salido a tomar un café con mis amigas todo pasaba muy rápido, hasta que lo vi, y su mirada se cruzó con la mía, en aquel momento lo supe, todo a mi alrededor dejó de existir, solo estábamos él y yo. Cada fin de semana nos encontrábamos en ese mismo lugar, en la cafetería que tanto nos encantaba, me perdía en su mirada pero por unas cosas o por otras, ninguno de los dos nos decidíamos a hablarnos. El día que me decidí a hablarle y a decirle lo que sentía, me rompió el corazón diciéndome que ya había conocido a otra chica y que estaba saliendo con ella. Pasaban los días y yo estaba en una soledad y tristeza profunda, nada me hacía sentir bien y no había nada que me pudiera consolar. Sé que sonara tonto pero aunque no convivíamos tan sólo con su mirada y con verlo cada fin de semana me pude dar cuenta que era el amor de mi vida y que estaba profundamente enamorada de él. Su mejor amigo fue mi paño de lágrimas y mi mayor consuelo, el se encargaba de darme las sonrisas que ya no tenía y de darme los mejores detalles que nadie había tenido conmigo y que por algo me hacían sentir bien, yo sabía que le gustaba pero no podía corresponderle sabiendo que no podía dejar de pensar en "él"… aun así… poco a poco me fue conquistando y por alguna cosa u otra terminé saliendo con el mejor amigo del chico del que estaba, estoy y estaré toda la vida enamorada. Como amigo, era el mejor del mundo reíamos como locos y teníamos los mejores momentos juntos, pero como pareja no éramos los mejores, peleábamos todos los días y teníamos muchas diferencias. Él estaba celoso pensando que yo seguía enamorada de “él”, no estaba confundido pero eso era algo que él ya sabía, nunca se lo oculté. Cada que salíamos a la cafetería los fines de semana "el" estaba ahí con su nueva novia y me dolía tener que aguantar ver como besaba a otra, como aquella chica me robaba esos besos que debían ser míos. Pasaron unos meses y yo veía que la relación no funcionaba, tome la decisión de que termináramos, el no lo tomo muy bien pero yo no podía seguir en una relación en la que no me sentía bien y en la cual nos estábamos haciendo daño el uno al otro, decidí no mantener contacto con ninguno de los dos, sacarlos de mi vida, olvidar a mi ex novio y al chico del que seguía profundamente enamorada. En tres años la vida te lleva por muchos caminos y te enseña demasiadas cosas, yo conocí a mas chicos y tuve muchos desengaños, aprendí de las caídas, pero jamás logre olvidarlo, cada noche seguía pensando en su mirada, una mirada que siempre busqué y que no volví a encontrar, tal vez ese fue un error porque no permitía darme otra oportunidad y me segaba al querer encontrar a alguien similar a "el" sabiendo que todos somos diferentes y que tenemos cualidades distintas. Por un tiempo decidí estar sola creía que era lo mejor, olvidarme del amor por un tiempo y dedicarme a otras cosas más importantes como lo era la universidad. Pasaron algunos meses y sentía que ya estaba lista para darle una nueva oportunidad a mi corazón y comencé a salir con un chico, poco a poco el logro que mis recuerdos se quedaran guardados en un baúl. Como todos, teníamos típicas peleas de pareja, nuestra relación se fue formalizando, mi familia lo adoraba y la suya me quería como una hija. Creía que realmente lo había olvidado, que había olvidado esa mirada, estaba segura, casi convencida. Pero una vez que estaba en lo más alto y me sentía de lo mejor hubo algo que por alguna extraña razón hizo que yo comenzara a descender, él y sus acciones hicieron que me sintiera insegura y por lo tanto que comenzara a dudar de nuestro amor y justo así fue como nuestra relación se fue estancando más y más, la rutina hizo aburrida la relación, yo sabía que sólo era por costumbre o por compromiso que seguíamos juntos. Gracias a una red social volví a encontrarlo, volví a hablar con "el", del presente, del futuro, y del pasado… de un pasado que ninguno de los dos por algún motivo logró olvidar nunca, de un pasado que poco a poco se fue convirtiendo en un presente. Los sentimientos salieron de ese baúl, seguimos hablando y decidimos quedar como amigos para vernos, para tomar algo, pero aquella mirada me volvió a cautivar como el primer día que lo conocí volví a sentirme como cuando tenía 18 años. Me di cuenta que nunca lo había olvidado y en su casa después de tres años por fin llego aquel beso que había esperado con tantas ansias. Y de repente, todo se detuvo, sólo estábamos él y yo. No había nada mas, no había nadie más, nos miramos, nos besamos y nos amamos... Pero la realidad es cruel y yo por desgracias seguía teniendo novio. Aunque mi relación estaba rota y ya no era la mejor me sentí de lo peor por lo que había hecho, por haber traicionado a mi novio. Pero decidí que quería intentarlo y nuevamente por unas cosas u otras, el destino me volvió a llevar por caminos diferentes y los cuales no tenía en mente. A "el" le salió trabajo en otra ciudad y se tuvo que ir, yo volví a tratar de mejorar mi relación, volví a arrancarme aquellos sentimientos para volverlos a meter dentro de ese baúl. No podía dejar de pensar en mi novio porque en el fondo lo quería y porque aunque esté enamorada de otro, creo que jamás llegaré a saber si realmente es un sentimiento mutuo o solo existía por mi parte, tal vez donde yo sentí un “te quiero”, realmente en el solo existió un “quiero pasar un buen rato contigo”. Alguna vez me contaron que el secreto mejor guardado es aquel que no se comparte con nadie. Y yo guardé mi secreto, mi historia de amor jamás contada, la guarde bajo llave durante un largo año, que fue el peor año por el que pude haber pasado se me paso lentísimo, yo seguí con un poco de culpa y con algunas preocupaciones que no me dejaban estar en paz. Como dije guarde mi secreto en ese baúl pero el no, el se lo contó a su mejor amiga que por cosas del destino era mi mejor amiga de la universidad, yo sabía que el destino siempre nos llevaba por caminos distintos pero que sin embargo se tenían que cruzar en algún punto. Hace poco, hablando con mi amiga, me confesó que lo sabía todo, lo que no sabe, es que habíamos vuelto a hablar, que "el" ahora vuelve a vivir aquí y aunque el también tiene a su novia de toda la vida ambos seguimos teniendo un sentimiento que por más que lo queramos encerrar en un baúl, el siempre luchara por salir. Aunque ah pasado ya bastante tiempo no he podido olvidar el día que fui suya, ni creo que pueda olvidarlo nunca. Podemos hablar como amigos, pero creo que jamás podremos serlo, porque sé que por mucho que los dos queramos a nuestras parejas el día en el que nuestras miradas se vuelvan a cruzar, ese día, todo dejará de existir y volveremos a estar solos, el y yo. Por qué hay miradas, hay momentos, hay amores que dejan huella y hay secretos que se deben guardar en un baúl y esa puede ser tu historia, la historia de amor jamás contada.
Comments