En un instante todo puede pasar
- Nallely RuiZ
- 18 may 2015
- 7 Min. de lectura

Todos los días Elena realizaba la misma rutina: ir a la escuela, regresar a casa, hacer tarea, comer, revisar su correo electrónico y dormir. Su transitar por la vida no tenía nada extraordinario, era una chica de 16 años, según ella, bastante común. La monotonía se había convertido en su día a día, así que era casi imposible que esta adolescente pudiese vislumbrar alguna otra posibilidad en su vivir. Sin ella saberlo, pronto ocurriría un acontecimiento que cambiaría drásticamente su andar.
Era una tarde lluviosa de mayo, Elena, por causa del mismo clima se sentía sola y pensativa, miraba su bandeja de entrada sin interés cuando el sonido de su celular la sobresaltó; era su madre. Con voz quebrada le avisó que su hermana, Susana, había sufrido un terrible accidente automovilístico.- De emergencia tuvieron que operarle el brazo- le comentaba su madre, -quedó inconsciente, Elena, aún no despierta-. No dejó terminar de hablar su madre cuando de súbito Elena cortó la llamada y al instante puso un pié en la puerta dispuesta a llegar cuanto antes al hospital donde se encontraba su mundo, su familia. Durante el trayecto al hospital la angustia invadía a oleadas a Elena, su imaginación volaba hasta toparse con las peores escenas de lo que pudo haberle ocurrido a su hermana, cerraba los ojos fuertemente cada vez que finalizaba la película inventada en su cabeza, se repetía frenéticamente: “cómo pudo ser, no es posible, mi hermana, no”.
Después de un par de horas angustiantes pudieron pasar a ver a Susana, cuando Elena la vio con moretones, una cicatriz enorme en el brazo y maltrecha, cambió todo para Elena, se dio cuenta de lo distante que estaba de su familia, lo poco que convivía con su hermana y lo torpe que se sentía al tratar de cuidarla, no sabía cómo. Comenzó por acompañar a Susana a rehabilitación en natación, creía que . En cuanto entraron a la alberca, Gustavo atendió el tratamiento que iba a recibir Susana y Elena se quedo helada cuando cruzo la mirada con aquel chico de ojos color miel, de pronto él se acerco a Elena y le pregunto si le podía ayudar en algo, Elena le dijo que no sabía nadar, que si le podía ayudar, entonces aquel chico de ojos de miel le dijo que sí, pero jamás le menciono su nombre, al final de la clase Elena con cierta timidez le pregunto cómo se llamaba y él le dijo que era Damián .
Elena se reunió con Susana y comenzaron a dialogar sobre Gustavo y Damián, de pronto por la forma tan emotiva que hablaba Elena se dio cuenta Susana de que le había gustado Damián. Pero lo que ninguna sabía es que a partir de ahí sus vidas iban a cambiar, la rutina se iba a romper y las ideas no iban a parar.
Era sábado, la segunda clase y Elena se había prometido que Damián no se iba a dar cuenta de la atracción que sentía ella por él ya que ella era un tanto cuidadosa con sus sentimientos porque no quería que nadie la lastimara. Pero ese día fue casi inevitable para Elena conversar más con Damián y darse cuenta que también le gustaba su forma de ser, ahí comenzó una ligera sospecha de que a Damián también le gustaba Elena. Ella no dejo de pensar en él, en su sonrisa y espontaneidad.
Así sucedió por dos meses, de alguna manera todo tranquilo, pero ese día Susana se tardo más de lo acostumbrado en bañarse y cambiarse, entonces Elena la esperaba en las gradas a lado de Damián que se había vuelto uno de esos amores secretos que hacen sentir mariposas en el estomago y provocan sonrisas nerviosas, de pronto ellos se encontraban solos, con nadie que los mirara, ellos conversaban y reían cuando de pronto en ese instante perfecto en el que se cruzo sus miradas y estaban a milímetros de distancia sucedió se besaron, después de ese primer beso actuaron como si nada hubiese sucedido, la verdad es que para Elena había sido lo más dulce, suave y rico que había probado pero comenzaron a hablar de otros temas como la escuela y es así como Elena se entero que Damián tenía 20 años.
Continuaron con su “amistad”, se contactaban por teléfono durante la semana, Elena ansiaba que fuese sábado para mirarle de nuevo. Con el tiempo Elena sintió cierta inseguridad ya que notaba a Damián se comportaba distante, hasta que Elena se atrevió a preguntarle qué sucedía y él dijo que nada, sólo que no le había mencionado un pequeño detalle, él había regresado con su ex novia, a Elena por dentro se le rompió el corazón, la cabeza se le lleno de ideas desconsoladoras, pensaba que él había tomado todo como un juego, a pesar de que no tenían algo serio se rompió aquella ilusión que Damián había creado en ella se volvió una completa desilusión y un orgullo herido, pero aún así trato de aparentar la tristeza y actuó normal, como si no hubiese sucedido nada.
Elena dejo de ir por un mes, Damián la buscaba, trataba de hablarle pero ella se portaba cortante y como si no pasara nada. Elena comenzó a hacerle caso a un chico que le pretendía desde hace tiempo y se hizo su novia, pero para ella sin sentido alguno. Cuando Elena regreso a la clase de natación y se encontró con Damián, hizo sumiso toda emotividad por el reencuentro, al final de la clase como ya era costumbre se quedó hablando con él, de pronto recibió una llamada Elena, era su novio y fue ahí donde Damián se entero de aquel suceso, Elena se porto cortante y le dijo que tenía que marcharse con una lagrima en su rostro, Damián le pregunto el motivo y ella dijo que era porque extrañaba a su novio, Damián sólo la abrazo y Elena ocultaba que esa lagrima era por la ausencia y desilusión que sentía al mirarle. Ella notó que su semblante había cambiado pero se detuvo a preguntar, se quedó con la intriga y se marcho.
Elena dejo de ir a las clases de natación y su hermana se había casado con Gustavo, había pasado ya un año y medio sin saber de Damián, entonces un día Elena decidió llamarle para invitarlo a su fiesta de 18 años ya que Elena decía ya no sentir nada por él, sólo deseaba esa buena amistad , así que Damián con duda acepto.
En la fiesta, cuando llego Damián quedó helado al ver a Elena, sus manos sudaban de nervios, sintiendo una sensación extraña de emoción, él confundido por aquella extraña sensación pues jamás le había sucedió, se dirigió hacia ella, al igual que otro chico, la beso y él perplejo saludo a Elena, ella atareada de recibir a los invitados, converso con él sólo un instante, en la fiesta ella estuvo un tanto ausente, la noche llego y el tuvo que despedirse.
Al día siguiente él se comunico con ella, comenzaron a platicar lo que les había sucedido en un año y medio, realmente sus vidas habían cambiado, ella había entrado a la universidad, él estaba a la mitad de su carrera, hablaron durante horas, Damián le invito a salir, ella accedió pues ya no sentía aquellas mariposas en el estomago y lo veía como un amigo a demás que tenía muy claro que amaba a su actual novio pues ya tenía 6 meses de relación, estaba encantada, nunca peleaban, él era atento, simpático, y le agradaba a toda su familia, justo lo que Elena deseaba hace algún tiempo.
Fueron a tomar un café, la estancia fue tan amena como siempre, pero ella comenzaba a ponerse nerviosa, confundida porque todavía había algo de esa chica que le fascinaba aquel chico de ojos color miel , de pronto él comenzó a ser muy sincero con ella, le dijo que le gustaba muchísimo y deseaba tener una noviazgo con ella, Elena no decía nada, no se inmutaba, ni un solo suspiro, él se marcho y le dejo una carta que decía:
Querida Elena:
Lamento decirte esto hasta ahora , ya que siento perdí a aquella chica que se enamoro de mi, así que te diré lo que alguna vez escribí para tí.
Sabes tienes mi cabeza dando vueltas, no es broma. ¿Qué es lo que pasa en esa maravillosa mente? Estoy en tu mágico viaje y estoy mareado no sé lo que me golpeo, mi cabeza está bajo el agua pero puedo respirar bien. Tú estás loca y yo pierdo la cabeza porque todo mi ser ama todo de ti, ama todas tus curvas, tus caricias, tus perfectas imperfecciones. Dame todo de ti y te daré todo de mí. ¿Cuántas veces tengo que decírtelo? Incluso cuando lloras estás preciosa, eres mi perdición, eres mi musa, mi peor distracción, mi ritmo.
Disculpa mi atrevimiento, y el mal momento en que te lo digo pues tienes novio, no te pido que lo dejes, sólo quería externar lo que tú significas para mí, y quiero que ya no me busques, no me hables porque es inevitable tenerte en frente y no poderte besar, este es un adiós.
Elena quedo perpleja, no paraba de llorar, en la cafetería provoco una curiosidad enorme de lo que le sucedía aquella chica pero a ella no le importaba, en su mente había una lluvia de ideas y en su corazón el sentimiento más puro y revuelto, sentía coraje porque no se lo dijo antes y permitió que pasara tanto tiempo, sintió una confusión enorme pues comenzó a cuestionarse si era feliz con su novio, se abrumo tanto que prefirió ir a caminar y tratar de no pensar en lo sucedido.
Al siguiente día vio a su novio, ese chico simpático ya no era su ilusión, comenzaba una estancia sin sentido, empezaba a sentirse común como antes, así que se atrevió a contarle todo lo sucedió a su novio y le enseño la carta, sintió miedo, tristeza, ganas de correr y alejarse de todo, una lagrima se derramo en el rostro del chico, le dijo que solo deseaba su felicidad, ella lo abrazo, le dijo que tenía miedo de perderlo porque con Damián no tenía nada seguro y él le dijo para qué tener algo que no amas y atormentarte, ella lo beso, le dio las gracias y se fue.
Paso casi un mes y le llamo a Damián, lo cito en las gradas de la alberca donde sucedió aquel primer beso. Ella comenzó expresándole todo lo que sentía, el amor y coraje que le tenía por todo lo que ella había sufrido en silencio, él la abrazo y la beso, pero en esta ocasión ella se detuvo, le dijo que se sentía libre, que hace mucho tiempo, exactamente un año y medio había renunciado a él , sólo le quedaba la experiencia y cariño de aquel recuerdo, de una etapa de su vida que jamás olvidaría, y si el destino lo quería se iban a reencontrar.
Pasó el tiempo y fue la graduación de Elena, toda su familia estaba ahí, de pronto vio entrar a Damián y felicitar a una chica de su generación, de pronto se cruzaron las miradas de nuevo, corrieron a su encuentro y comenzó una nueva historia.
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